domingo, 23 de octubre de 2011

Se quedaron con el olvido.



Que jansia me da mi mama cuando te veo tan perdia,
cuando buscas y no encuentras Y me colmas de preguntas
y me cuentas mil historias…. casi toas repetias
¿qué ventisca pasaría que se llevó casí tó lo que almacenaste en tu via...?
Endinante ma confundió con su hermana la Maria,
si, por mi tía Maria, la que va ya pa dos años que se fue pa la otra via,
mia tú!! Con lo que la llegó a llorar cuando supo que se iba…
Y cómo ella fué la grande , me llama la hermana chica y me dice:
¿qué jaces de miramelindo y desoficia to el día?
La podía decir: que yó no soy , pero… y ¿p´aqué, la voy a contradecir?,
si ella no se va a entera, y seguirá estando perdia,
por eso, y sin dudarlo, jago como si fuera mi tía, y la digo:
¿qué quieres que jaga hermana ? Tampoco jace tanto rato que estoy de novelería…
Y ella que siempre tuvo reaños, con arrapios me decía:
Endinantes t´he llamao y ni caso que m´hacías,
Porque seguías chufleteando con casi toas las vecinas,
asina que ….¡¡venga!! coge una buena carrenderendilla que agilamos a lavar
porque con ná que tardemos, las pilas nos van a quitar
Y, Vaya una tupa nos jemos pegao, y tó, sin movernos de la silla …..
tres granos jemos echao y otros tres a verdear ….
y no es que no lleváramos pingos, que del peso, iba tupia
Y es que a la mama. …La aveliá la sobraba.
Pero, ¡¡que contenta está la mama viendo que se la atendía!!,
hasta su cara muy triste , se cambió de alegría,
al recontarme otra vez toas sus jazañas de cuando era mu chica,..